Al día siguiente nos levantamos bastante temprano (no me acuerdo cuando, pero fue algo así como a las seis de la mañana), cuando todavía era de noche (pero noooooo, no hacía ni pizca de fresquito, chicos!!!) y fuimos a desayunar en el hotel… Claro, ese primer día tocaba probar todo lo que había en el buffet, por muy asqueroso que fuera, para luego crear una costumbre…
Cosa curiosa, y que Pablo ha echado de menos durante toda nuestra estancia, fue que en todo el buffet no había ni GOTA de chocolate… Lo mismo estos se creen que el chocolate engorda y es malo para la salud… *JA JA* Tendríais que haber visto lo que se metía más de uno/a entre pecho y espalda todas las mañanas… Había un par de máquinas para hacer gofres (¿que con qué se comen el gofre? ¿Con chocolate, con nata? No señor: ¡con sirope de savia de arce!), un armario lleno de donuts tipo Homer, pero sin gracia (más bien parecían polvorones) y un bote lleno de mermeladas raras entre las que estaba ¡¡¡cómo no!!! la inenarrable mantequilla de cacahuete (preguntadle a Pablo, a ver qué os dice).
Eso por el lado colesterólico. Luego había cosas más normales, en plan: pan para tostadas, una máquina de zumos bastante maja, una fuente de agua fresquita que nos ha salvado la vida todos estos días (el agua del grifo calentorra está condenadamente mala), cereales, manzanas y naranjas… Etc. Al final nos abonamos al desayuno continental tipo zumo de naranja, corn flakes Pablo y yo frostis de Kellog’s + par de tostadas con mermelada de uva (¡estaba buena!) y café/té.
(Seguro que Fran y César me torturan por este post… No pienso daros más detalles, ¡hala! Los detalles se acaban cuando yo lo digo, ¡que pa eso soy yo la que escribe el blog!).
2 comentarios:
Tranquila Juli, no hacen falta mas detalles, de experiencias con el american breakfast ya estoy bien servido yo, bueno, en realidad de los branch en domingo, eso si merece la pena, con fuente de chocolate incluida en la que bañaba fruta y marshmallows! Si es buffet libre aprovechaos todo lo que podais, ya lo quemareis (y nunca mejor dicho en Arizona) a lo largo del dia!
Besos. Cesar.
P.D. Si, los yankees tienen complejo de pichacorta, por eso todo lo quieren grande...
De eso no teníamos nosotros, nuestros desayunos eran todos iguales todos los días, César... Ah, por cierto, lo de "pichacortas" lo has dicho tú, ¿eh? Yo no he dicho ni pío, no me hago responsable de las opiniones vertidas por otros en mi blog... Pero ándate con ojo, ¡¡¡vaya a ser que te lea alguno de los que te tenga que dar trabajo y se ofenda!!!
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