Como muchos de vosotros sabéis, este trabajo nuestro no conoce de horarios, y el mío se alarga con mucha frecuencia hasta altas horas de la madrugada, si es que tengo que terminar algo con urgencia (que suele ser casi siempre). En aquella ocasión, no fue diferente. Pablo se fue a dormir (a él sí le tocaba madrugar un poquillo si quería aprovechar el día para ir al laboratorio al día siguiente), y yo terminé mi tarea aproximadamente a las dos y media de la mañana.
Claro, claro, todos os estáis preguntando cuándo contaré a qué viene la segunda parte del título de este post... En fin, antes de nada, me disculpo (ya le he pedido perdón a Pablo ¡y a César cuando se lo conté!) de no tener testimonio visual de lo que os voy a contar, pero la verdad, en aquel momento, ¡ni se me ocurrió! (será porque a esas alturas de la película todavía no estábamos taaaaaan aburridos como para decidir grabar a los vecinos, como con lo del tío gordo desnudo, aunque más bien creo que fue porque hubiera sido terriblemente cantoso hacer una foto con flash… ¡Aunque seguramente hubiera estado divertido pegarles ese buen susto!). En fin. Lo primero que tenéis que saber es que Tempe, y el campus de
En fin, eso no explica nada, pero lo que está claro es que la intimidad y, por extensión, el puritanismo de los yanquis es, como todo, relativo…
Justo cuando iba a acostarme, cuando ya había apagado al Piripitoto (nuestro portátil) y estaba apagando las luces, de repente empecé a oír un ruido muy raro en la piscina… Y me asomé para ver qué era... La escena, era, cuando menos, curiosa: un tipo ataviado con una gorra y el bañador estaba, completamente borracho, acompañado de dos tías, montándoselo en la piscina…
Sí, ahora, muchos de vosotros diréis “¿¿¿¿Cómo???? ¿¿¿¿No se te ocurrió despertar a Pablo para que lo viera????” Pues no. Y mira que me lo ha echado en cara. Jopé, tampoco es que fuera nada del otro mundo, a ver. Lo de "orgía" hasta casi puede consisderarse una exageración retórica por mi parte. En realidad, el tío y una de las dos tías estaban dentro de la piscina, y apenas se les veía, porque había una palmera de por medio, ¡¡¡pero estaban montando mucho escándalo!!! Mientras, la otra tipa estaba al borde de la piscina, y estoy casi segura que no habría podido andar en línea recta, de haberlo intentado… Gritaban, jadeaban, y se reían como locos… Pero Pablo estaba tan dormido que, sinceramente, me dio pena despertarle, aunque si se me hubiera ocurrido grabarlo, perfectamente habría podido colgarlo en internet, como vídeo casero (seguro que a algún otro vecino del hotel se le ocurrió y seguro que lo colgó, porque prácticamente todas las ventanas del hotel daban a la piscina… ¡Y el escándalo era difícil de ignorar!).
Es verdad, Pablo tiene razón, no me he explayado lo suficiente en la descripción de aquel evento "lúdico-festivo": Es cierto que el tío, de vez en cuando dejaba a la pava de dentro de la piscina (medio ahogándose, porque también estaba borracha) y se iba a por la otra... Supongo que estando tan cocidos, no sabían dónde acababa su propia nariz y empezaba el culo de los otros, como los monos del zoo, así que los tres estaban en plan "borracho magreándose con todo lo que se menea". Aún así, la segunda tía, la del borde de la piscina, a pesar de que sí se dio algún magreo con el tío, parecía resistirse, porque al principio ella también estaba dentro de la piscina, y luego se salió al borde para evitar que el otro se le echara encima, así que el otro se concentró en la que se estaba ahogando. (Tampoco he contado que habían decorado prácticamente todo el borde de la piscina con vasos y botellas). Y allí seguían, dale que te dale.
Pero ya veis, más que otra cosa, era curioso ver cómo la gente puede llegar a tener tan poco pudor... ¡A mí, que me daba cosa estar en la piscina al mediodía, porque me sentía observada desde todas las ventanas!
La verdad, le di poca importancia al accidente, no más allá de la mera anécdota, pero el tipo que protagonizó la orgía posteriormente nos daría, junto con sus amiguitos, dolores de cabeza mucho más serios.
(En fin, como no tengo ni testimonios visuales de mi trabajo, ni de la orgíilla que os relato, os pongo unas fotos que seguramente encontraréis la mar de aburridas: el logotipo de SAP y un par de fotos de la piscina, desde nuestra ventana -¡en la segunda se ve bastante bien cual era la palmera que tapaba!-).
4 comentarios:
Leches, dedicas más tiempo a decir que yo me cabree comparado con el texto que describe la descripción de la orgía (que tampoco era una orgía, sino un tío enrollándose con una tía en la piscina, eso no es una orgía). Tampoco me he cabreado tanto, joer, que no es para tanto. Efectivamente, me hubiese gustado mucho verlo, como parte integrante de mi experiencia yanki. Y sobre todo, habría hecho un video para colocarlo en YouTube. Una pena.
Tras tu comentario, he actualizado el post, porque, como digo en él, quizás tengas razón: normalmente suelo dar mucho más nivel de detalle a las cosas que cuento, y esta vez he pasado a vuela pluma por lo que vi por la ventana...
La verdad es que, aunque estuve un buen rato mirando, más que nada porque me quedé flipá -alucinando en plan voyeur-, le di tan poca importancia que ni siquiera tengo ninguna anotación de que aquello ocurriera... Sólo me acuerdo porque lo habíamos comentado bastante, pero si no, se me habría olvidado...
¿Ves? Al final puro marketing.. si es que... ;)
Yo tuve una experiencia similar... aunque en este caso auditiva, tengo que puntualizar. Estando yo en casa de Ale una tarde cualquiera y sentado en el trono (sí señores, en el mismísimo inodoro) poniendo fin como se debe a la inevitable cadena digestiva, resulta que empecé a oir por la ventana del baño unos grititos que poco a poco se fueron convirtiendo en auténticos jadeos... Parece que se lo estaban montando los vecinos de abajo y se escuchaba todo por el patio (eso sí, no creo que éstos estuvieran borrachos). Estos estaban supuestamente en su intimidad, pero imagino debía ser verano y hacer calor porque si lo escuchaba en mi oreja es porque seguro que estaban todas las ventanas abiertas... en fin, supongo que estas cosas pasan en todos lados...
Sí, me temo que esto era más marketing que otra cosa...
Pero el asunto (ya sé que es una tontería) es que uno no se esperaría que eso le ocurriera en los USA, en los que se supone que todos son tan castos, puros y puritanos (por añadidura)...
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