martes, 18 de septiembre de 2007

Cuatro días de traducción

A partir del 8 de septiembre y durante cuatro días, me cayó un peaso de encargo de uno de esos manuales de normas, de los que ya os hablé. Unos días antes, nos enteramos de oídas de que la selección de baloncesto española había ganado el mundial de Japón (creo que fue el día 3) y justo el día anterior (mira tú, podríamos haberlo repetido… Lástima de final. Putos rusos), Rafa Nadal había pinchado contra un ruso (¡Fíjate tú! ¡Otro puto ruso! ¡Cagüen! Por cierto, este se llama Mikhail Jouzhny) en cuartos de final del US Open (esto os lo cuento, porque lo tengo apuntado, ya que me tragué el partido enterito mientras escribía no-sé-qué post.)… Y yo, mientras tanto, a currar…

Creo recordar que estuve los cuatro días yéndome a la biblioteca de derecho, porque aunque me tenía que abrigar como para ir al polo, me venían muy bien los diccionarios. El tiempo estaba revueltillo: de hecho, cayeron un par de chaparrones alucinantes, por culpa de uno de los cuales, Pablo estuvo a punto de ser arrastrado por la riada, junto a su bici (yo, por suerte, aún estaba resguardada en la biblio de derecho), pero era un alivio, porque la lluvia “remojaba” un poco el calurosísimo ambiente.

Otro de esos días, por fin nos decidimos a reservar lo de Las Vegas, mejor en la biblio que en el hotel, porque allí la conexión era mucho mejor, y nos daba miedo que se petara justo cuando estábamos pagando con la tarjeta el hotel y el avión...

Ah bueno, es que eso no os lo he explicado: ya habíamos mirado un poquillo sobre lo del tema del viaje a Las Vegas. Sabíamos perfectamente que no podíamos irnos en tren (je, je, no existía…), y que lo del autobús era demasiado sacrificao… Y encima, encontramos una página maravillosa llamada www.vegas.com en la que uno podía reservar el paquete completo: el avión y las noches de hotel directamente, y que era baratísimo (vamos, que pagamos aproximadamente 400$ entre los dos por avión y hotel cuatro días... ¡Tirao!)... Tony nos había dicho al principio de nuestra estancia que los hoteles que más le gustaban a él eran el New York, New York y el MGM, pero pa elegir hotel me sentí como un niño en una tienda de caramelos… El Caesar’s Palace (menos mal que no nos decantamos por ese, ¿eh?), el Circus Circus, el Luxor, el Treasure Island… Todos os suenan, ¿verdad? Era difícil decidirse… Al final, investigando un poco, me enteré de que los hoteles se dividían entre los nuevos (los que estaban en la Strip, la avenida principal de Las Vegas) y el Downtown Vegas, en donde estaban los hoteles-casinos más antiguos… En fin, con el miedo que me daba pensar que podríamos quedarnos aislados si nos quedábamos sólo en el Downtown, por fin nos decidimos por el New York, New York que nos parecía realmente propio: ¿¿¿Un hotel en cuya entrada había una reproducción a escala de la estatua de la libertad??? Un paradigma de Las Vegas.

Pos eso, que finalmente logramos reservar cuatro días (del 19 al 22 de septiembre) en el New York, New York... ¡¡¡Qué expectación!!!

Mientras tanto, durante esos cuatro días de traducción, no tuvimos tiempo de ir al Tempe Town Lake, donde estaba el Healing Field, recuerdo a las víctimas del 11-S… Pero de eso os hablaré en el próximo post.

(Fotos: 1) Hey, Pau!!! La vida puede ser maravillosa!!! (A pesar de los rusos...), 2) ¡Esa peaso de selección campeona en Japón!, 3) El pobre Rafa, recién vapuleado por otro de esos malditos bebedores de vodka, 4) La Strip nocturna: todo un espectáculo -por cierto, la foto no es mía-, 5) Cosecha propia del New York, New York, nada más llegar a Las Vegas).

4 comentarios:

eulez dijo...

Ya estamos llegando a Las Vegas! Por cierto, sí que fuimos al rollo de las banderitas del 11S... flipante, vamos. A por ellos Julia!

Tomás Hernández dijo...

A mi me gustaría ir a uno de los casinos antiguos, con miles de habitaciones, como el Tangiers, el de la película Casino, que en realidad no existe. Esa Charito Piedra y ese De Niro... Me encanta esa película.

juliacgs dijo...

Hombre, miles de habitaciones los tienen todos, y son todos enormes, con su casino... Pero bueno, ya habrá tiempo de hablar de todo esto: de los hoteles, de los casinos, de las pelis sobre Las Vegas (este último tema da para empezar y no terminar).

Franwerst dijo...

Por cierto, qué agradecido es eso del deporte cuando uno está en el extranjero. Yo tengo que confesar que desde que estoy en Italia sigo mucho más a los equipos españoles y la verdad es que me lo paso pipa viendo las carreras de Fórmula 1. (Ánimo Alonso, que ya queda menos! puto Hamilton!)
Pues nada, que estamos espectantes a ver cómo fue eso de Las Vegas. Ya me imagino al Peibol a lo Maverick
apostando 200 "pavos" a las cartas. Jeje