Pues a petición de Ruth, que por lo menos ella tiene ganas de oírlo, os voy a contar nuestra experiencia de la otra noche, cuando fuimos a la grabación del programa de Buenafuente en el teatro Nuevo Alcalá, aquí en Madrid. Sé que vuelvo a caer en una nueva divergencia del tema que me ocupa en este blog, pero ya estoy empezando a pensar que sería buena idea abrir otro blog para este tipo de cosas y mantener el diario arizónico para seguir con la historia de Arizona (tengo ganas de contaros pronto nuestro viaje a Las Vegas)…
Pues nada, con mi habitual nivel de detalle, me remonto a hace un par de semanas, cuando Buenafuente anunció en el programa que iban a venir a Madrid... Ese día no pillé el teléfono, pero al día siguiente tomé buena nota ¡¡¡Y ahí estaba yo, llamando a saco!!! Los chicos que nos apuntaron fueron muy majetes, aunque la organización no debió de ser muy buena, porque tuvieron que llamarme unas cuatro veces para confirmarlo todo (que era mayor de edad, que efectivamente sí íbamos a ir etc.). Una de las veces, hasta estuve a punto de decirles que me apuntaran para los programas de todos los días, pero en cuanto los de Antena 3 lo anunciaron en otro horario más temprano que el del programa, todo el mundo se puso a llamar (¡Rajaos! ¡Si ni siquiera se quedan a ver el programa, no deberían haber ido!)
Pos eso, allí nos plantamos, en la puerta del teatro, a las 6 y media de la tarde (el día anterior, la última vez que me llamaron pa confirmar, me dijeron que las butacas no estaban asignadas... ¡Había que entrar con toda la marabunta!). Como ya os dije en su momento, iba a estar allí, en primera fila, pero claro, no había contado ni con las entradas VIP (que debían de cubrir por lo menos las dos o tres primeras filas), ni con los friquis más friquis que yo (siempre se encuentra uno con gente más friqui… El friquismo tiende al infinito, igual que la estupidez…).
Total, que llegamos y nos encontramos con un montón de gente apiñada en la puerta. Ahí la verdad es que tuvimos bastante morro, porque como no había cola ni nada, nos metimos en todo el medio (cuando al final, parece ser que sí que había cola, pero no se veía). Pablo tenía que entrar por una puerta (de la A a la F) y yo por la otra (de la G a la M), así que de repente salieron los de seguridad, y dijeron que un cámara tenía que hacer una toma de la puerta, así que nos separaron en dos colas y grabaron la escena final del programa, cuando se cierran las puertas metálicas del teatro. Yo me quedé de las primeras del mogollón (no porque quisiera, sino porque me arrastraron hasta allí), y me pasé apiñada el resto de hora que nos tuvieron en la puerta (hasta las 8 menos cuarto), porque todo el mundo estaba supernerviosito por entrar. Por lo menos hice amigos: una chica que también llevaba un abrigo rojo, y un chico, que tenía a su novia también en la otra cola (yo a Pablo lo tenía controlado, su cabeza sobresalía entre el mar de gente)… Tuvimos que soportar a una panda de fans-friquis, que se pasaron toda la hora diciendo sandeces, haciéndose fotos con los posters de Andreu y del Neng que había en la puerta y fumando como carreteros/as (sobre todo /as, ¡madre mía! ¡qué tías más zafias! Esas pillaban a Buenafuente en un callejón oscuro, ¡y saldría peor que con la niña de Shrek!).
Por fin a las 8 menos cuarto, la chica de la puerta nos dijo que sacáramos los DNIes (yo lo llevaba en la mano desde hacía rato, porque mi bolso estaba en un punto indeterminado entre la multitud...) y empezó la apretura... Por suerte, entramos rápido (después de que un grupo de bakalas intentara pasarme por encima -el Neng, que atrae a un público, a veces, poco recomendable-). Cuando entré, una chica me dio un mechero de Antena 3, y ¡pa dentro! Ejem, a Pablo no lo esperé: ¡ya le había dicho que le esperaría cuando consiguiera sitio!
Como ya os he dicho, no me dejaron sentarme demasiado delante, estábamos como en la 10 o 12 fila, pero ¡se veía bastante bien! Dentro del teatro tenían montado todo el escenario, con la mesa de Andreu en la esquina derecha y la banda en la izquierda. Todo el patio de butacas estaba lleno de focos y había una cámara con un brazo gigante (lo siento, no me sé los términos técnicos del asunto), que era la que hacía las tomas del público desde arriba. Además, tenían puesta una pantalla gigante sobre el escenario, que mientras estuvimos esperando, pasaba escenas de programas anteriores (yo las había visto casi todas, pero cuando Pablo entró, estuvo riéndose un rato…).
Estos días he estado notando los efectos de aquella hora y pico en la calle: tengo un trancazo terrible (que ya me venía de antes, pero que gracias a eso, creo que ha empeorado). Pero mereció la pena: ¡¡¡me divertí como una enana!!!
Al cabo de un rato, a eso de las 8 y cuarto, entró el licenciado, el “animador de público” (figura superflua donde las haya: si el público se anima, bien, y si no, algo estarás haciendo mal)… Hombre, supongo que a la claque hay que guiarla, pero este tío resulta un poco pesado (en la tele cae mejor que al natural). Estuvo explicando lo de los aplausos y esas cosas... También dijo que no se podían hacer fotos ni vídeos (“A ver si luego vamos a salir en youtube de gratis”, que daban ganas de decirle, pues bien que os aprovecháis vosotros del Youtube, como pa por lo menos contribuir un poco, hombre…), a pesar de eso, yo escamoteé las fotos que estáis viendo, aunque no son muy buenas porque no quería tampoco que me llamaran la atención si me veían la cámara...
Después del licenciado (“un tío con dos carreras”, según le recuerda Buenafuente de cuando en cuando), apareció Buenafuente, que nos pareció un tío muy majete (en otros blogs he leído que los otros días, el licenciado salía después, pero no parecía gustarle el hecho de tener que hablar con el público después de Buenafuente. Normal. Un segundo plato como ese tío, pues no mola). En fin, ya sabéis, por mucho que uno se ría con alguien que sale en la tele no hay porqué presuponer que sea simpático o campechano. Buenafuente es ambas cosas. Lo de que sea campechano es muy importante, porque crea muy buen ambiente. Y está claro que es difícil hablarle de tú a tú al público de un teatro, pero él lo hizo, sin más historias. Se montó su pequeño monólogo improvisado y nos dio la bienvenida y atendió, en la medida de lo posible a los espontáneos que le gritaban cosas (a veces hacían gracia. Otras no. La verdad es que me sorprendió lo exhibicionista que se pone el personal con esto de la tele… Hay cada capullo suelto por ahí…).
Nos pidió que le aplaudiéramos cuando saliera después (qué tontería ¿¿¿cómo no aplaudirle???) y nos dejó con la banda, que estuvieron destripando canciones hasta el momento del comienzo del programa. Lástima que se fuera Monica Green. Era una gran cantante, con una gran voz. A la banda le falta URGENTEMENTE un/una cantante en condiciones, porque tocar, no tocan mal...
Aunque nos quedaba aún media hora para que empezara la grabación, se hizo bastante corto. Luego empezó todo, salió Andreu con un fogonazo de luz (matadora la luz esa que se enciende cada vez que sale alguien. Nos dejaba a todos cegaos). Cuando recuperamos la vista y dejamos de aplaudir, empezó su monólogo sobre lo del orgasmo por la paz mundial (podéis leer más detalles sobre el tema en el blog de Pablo). Si queréis ver el monólogo, pinchad en donde pone "Todos los detalles del orgasmo planetario" >Orgasmo planetario (ver completo) > tenéis que meter una fecha de nacimiento >Pestaña que pone “Buenafuente”… Lo sé, lo sé… La página esa de premios carácter white label es horrible. Por ahí estábamos Pablo y yo (se ve el hombro de mi jersey blanco entre el público en los minutos 3:00 y 4:31 del vídeo), yo estaba desencajada de la risa… ¡Pensaba que me iba a ahogar! Disfruté mucho más del monólogo en directo que cuando lo veo en la tele… ¡Se hace más real! En general, me pasó eso con todo el programa… ¡¡¡Me gustó muchísimo!!!
Después del monólogo (y del fingimiento de orgasmo colectivo…), Buenafuente anunció las noticias, pero dio paso a Casillas, que por lo visto ya llevaba un buen rato esperando, igual que nosotros. Cuando salió, todo el público empezó a saludarle, y Buenafuente dijo "Mira, allí hay tres que son del Atleti, porque no saludan...". Ejem, sí, éramos nosotros... El de a mi lado no saludaba, efectivamente, porque es del atleti, pero yo no saludé, porque paso de ponerme en ese plan por un porterete de fútbol, aunque fuera de mi equipo... Que no lo es, porque si lo de ser de un equipo se contagia, entonces yo supongo que soy del Atleti “por contagio”. Hombre, también había un fulano del Huelva, que enseñaba muy ufano su bufandita. La entrevista fue un poco incomprensible, porque todo el público andaba murmurando y apenas se oía a Casillas o a Buenafuente… Tampoco es que el portero dijera nada interesante, “el fútbol es así”, “no hay rival pequeño”, etc. El Casillas este es un tío muy mono al natural (le sientan bien los años), pero bastante sosainas…
Durante la entrevista hicieron una pausa para la publicidad (como estaban grabando en diferido, en realidad no era pa la publicidad…) y al final de la entrevista, Buenafuente le propuso a Casillas que dedicara balones al público que él le iba a lanzar… A mí no me emocionó la idea, porque odio los balones de fútbol (me entran instintos asesinos cada vez que bajo a la calle y los putos niños están pegando balonazos…), pero Pablo, el señor del Atleti, ahí donde le veis, emocionaíto por parar un balón… Aunque hubiera querido, no habría podido, porque los de delante se pusieron histéricos perdidos (la tipa que estaba sentada delante de mí que no levantaba mucho más de metro y medio del suelo estuvo a punto de ensañarse con un tío enorme que tenía delante, sólo por coger el baloncito...).
Una vez que Casillas se hubo ido, Buenafuente dio las noticias (el ¡¡¡¡¡¡¡penúltima hooooora!!!!!!! que la banda berrea con gusto)… Flaca memoria la mía, que no me acuerdo de lo habló… ¡¡Uffff!! Estoy pensando que ni siquiera me acuerdo del orden de las cosas del programa, pero bueno ¡¡¡Nos lo pasamos genial!!! Sacaron el tema de la familia real y entonces salió Leonorcita. Pablo se rió mucho (la verdad es que la Leonor más graciosa que ha pasado por el programa…). Después pusieron el vídeo de la gente haciendo el discurso del rey en pleno preciados… Muy gracioso. (Esto también podéis verlo en la página de Buenafuente, en el enlace de “Último programa”… Pero no os puedo poner el enlace…).
Después de otra pausa más para la publicidad, interrumpió el Follonero, que estuvo absolutamente genial: se había subido al primer palco, y puso un vídeo en el que había ido a visitar a Carlotti (el "jefe" de Antena 3) para pedirle la cesta de navidad… Luego estuvo a punto de descalabrarnos, porque se dedicó a tirar los turrones de la cesta ¡¡esto era peor que los balones de Casillas!!; vino el Neng, que salió a pegar saltos por el patio de butacas... Realmente, en directo se puede ver claramente la de energía que debe de gastar Edu Soto con el personaje: ¡es un no parar! De verdad, yo me apunto al club de fans de este actor: ¡¡¡¡es absolutamente genial!!!! Su intervención se hizo muy corta y a mí me habría encantado verle cantar... Andreu y él estuvieron intercambiando regalos de navidad: el Neng le regaló a Andreu unas gafas tuneadas y Buenafuente le puso un vídeo de regalo... (También podéis ver el vídeo en la página web..) y luego anunció que nos iban a regalar una caja de bombones de la Caja Roja (los patrocinadores de la gira) a cada uno de nosotros… ¡¡Pablo y yo ya hemos dado buena cuenta de las nuestras!!.
Después del Neng, pusieron un vídeo de Divertidós (David Fernández), que a mí no me suele emocionar, pero este vídeo tuvo gracia… Bueno, ya os digo que yo ya tenía la risa floja… Y claro, por supuesto, luego tuvo que aparecer la indescriptible niña de Shrek, que se ha ido haciendo un hueco en el programa, y como decía Pablo, al final, acaba por tener gracia. Es cierto que al natural resulta incluso más asquerosa que por la tele… Pero ese es objetivo, ¿no?
Luego pusieron un vídeo de "los incorrectos", ese par que interrumpe las entrevistas de la gente en la calle. A mí no me encanta, pero Pablo se ríe mucho con ellos. Mientras tanto, el equipo de Buenafuente preparaba el escenario para Julieta Venegas. Cuando se acabó el vídeo, Buenafuente la presentó y salió, mu tímidita, muy pequeñita ella... Cantó la canción famosa de su disco "Limón y sal", Me voy… Estuvo guay, pero su actuación también quería decir que el programa había llegado a su fin… Cuando Julieta Venegas terminó, salió Andreu y pidió que saliera el equipo… Todos les aplaudimos muuuuuucho y nos prepararnos para irnos.
En la puerta, nos dieron nuestras cajas de bombones y unas botellitas de agua (a mí me hubiera venido bien al principio, porque acabé con la garganta muy seca, de tanto reír…). Yo me quedé muy, pero que muy contenta: es lo bueno de Buenafuente, que deja muy buena sensación, ¡te ríes tanto que todo parece más positivo!
Fuimos andando hasta Alonso Martínez y luego ¡a casita en metro! (y desde entonces con catarro…).
Pero repito ¡¡¡¡¡¡MERECIÓ LA PENA!!!!!!
¡¡¡GRACIAS POR VENIR, ANDREU!!!
3 comentarios:
Hay que ver lo guapo que soy.
El Licenciado es un capullo. El tío estaba a un lado del escenario, donde no se le veía e iba indicando a la gente cuando tenía que aplaudir y cosas así. Por supuesto, al público no nos hacía falta que el tipejo este nos dijese nada, ya lo hacíamos por nuestra cuenta. De hecho, en un momento del programa salió el nombre de Esperanza Aguirre por algo que no recuerdo y todo el mundo empezó a pitar. En ese momento el "Licenciado" empezó a hacer gestos y a lamentarse.
A mí una de las cosas que me parece que le falta al programa de Buenafuente es un poco de crítica política. Yo no se si es porque están en Antena3 o que, pero la verdad es que ahí les falta un puntillo.
Sí, a mi me hace mucha gracia el barbas ese de "los incorrectos". Es que le veo la cara y ya me descojono. Yo que se... es como lo de Humor Amarillo, que también me hace mucha gracia, PILTRAFILLAS!!! AL TURRRRRRONNNN!!!
Oye, todo un detalle lo de los bomboncitos, la verdad es que tienen buena pinta.
Por cierto Peibol, como es eso de querer un balón firmado por casillas? No te me estarás ablancando ¿¿verdad?? quiero pensar que es por el rollo de la selección y tal...
Me alegro que lo pasárais tan bien... a mí no me hace mucha gracia buenafuente aunque desde mi "destierro" he tenido poca oportunidad de verlo. Pero sólo por el hecho de ver las cosas en directo merece la pena.
Bah, al final los balones ni los firmaba ni na, solamente los lanzaban al público. Además, un balón firmado por Casillas ¿cuanto puede valer en eBay? Eh? Eh? Atlético sí, pero tonto no! (mmm, pringao tal vez)
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