El último día del mes de julio, y por lo tanto, el último día en nuestro primer hotel en Arizona había llegado. Y digo primer hotel, porque al día siguiente nos dirigiríamos al segundo, al Homestead, ya que habíamos decidido no calentarnos más la cabeza con el tema del alojamiento (ya era suficiente el sol abrasador del desierto para calentárnosla a base de bien). La verdad es que no recuerdo muy bien lo que hicimos aquel día, sólo me acuerdo de que estuve haciendo las fotos que os he puesto ya de la sala del desayuno (os voy a poner la otra que hice, que no la colgué en su momento) y del exterior del hotel para colocároslas en este mi blog, pero no me acuerdo mucho de si Pablo fue a la universidad ese día… De lo que sí me acuerdo es de que el oído derecho de Pablo ya había vuelto a las andadas y había empezado a dar guerra.
(Segunda foto de la sala del desayuno. En ella podéis ver la máquina del café y la tele que estaba peremnemente puesta en
2 comentarios:
No te agobies Julia que seguimos leyendote, aquí estamos los recalcitrantes esperando que cuentes la otitis de Pablo, vuestra experiencia "hospitalera", vuestra gravosa experiencia con la poli, etc.
Al final donde os quedasteis ¿era un hotel o una residencia? Creo recordar que dijiste que tenía un pequeña cocina y era más como un apartamento ¿no?
Saludillos y ánimo que seguimos leyendo.
¡Gracias por los ánimos Ruth!
Snif, snif, sigue haciéndome ilu que me achuchéis de vez en cuando... Bueno, no sé, últimamente he pasado días un poco malos y me había planteado dejarlo... Pero si queréis oir lo del hotel, lo de la otitis, lo de Las Vegas y todo eso, pues yo os lo cuento...
También he pensado que quizás traduzca parte del blog al inglés, pa los colegas que no lo pueden leer en español (no todos son tan afortunados como Sabine, que es la caña con el español)... De hecho, ya he creado el nuevo blog... Se llama "Juliver's travels"!
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