De cómo es la vida en el ardiente desierto de Arizona, entre otras cosas...
viernes, 27 de octubre de 2006
La tormentaza
¡¡¡¡Antes de nada, tenéis que ver esto en el blog de Pablo!!!
Por fin ya compramos las bicis, que como ya os comenté, nos las iban a recomprar cuando nos fuéramos a volver a España (aunque nos pasamos los tres meses temiendo que no nos las quisieran, porque después del tute que les hemos metido a ambas bicis, quedaron un poquito pal arrastre). Total, que nos montamos, nos despedimos de Tony, que hasta entonces nos había acompañado, y nos dirigimos hacia nuestro hotel.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Menudo acojone de tormenta... a partir de entonces había que mirar siempre el parte meteorológico por si aparecía por la tarde alguna de esas horribles thunderstorms. De hecho, una vez nos pilló en la universidad y lo flipamos para volver al apartamento. Allí se decía que todo eso era culpa del monzón... yo no acabo de entender esto del monzón, en los USA, pero bueno.
Pablo
Veo que el número de comentarios en tu blog está decayendo, pero no porque no te leamos ¿eh?, que los asiduos seguimos entrando todos los días a ver que hay nuevo.
Lo que pasa es como ya estas aquí no parece que haya que darte tantos ánimos como cuando estabas allí que supongo que necesitarías más de vez una voz amigüita que te dijera "¡Ánimo! Nos mola tu blog!" y queremos saber ya, dónde narices os alojasteis. Una vez que cuentes eso la atención va a bajar mucho, que nos tienes en ascuas, jeje. Esto es lo que se llama crear tensión en la trama de una historia.
Saluditos
Ruth
¡Enhorabuena por lo del carnet! tendré cuidado al salir a la calle.
Sí, yo también me he dado cuenta de que la atención y los comentarios han decaído. Me alegro de que aún así, me animes a seguir... Ahí estoy, sigo escribiendo, pero entiendo lo que quieres decir sobre los ánimos. Era a lo que yo me refería con lo de que una vez estuviéramos aquí, la cosa iba a cambiar irremediablemente.
De todas maneras, cuando ya os enteréis de dónde nos quedamos a vivir al final, todavía quedarán otras cosas que contar: la otitis de Pablo, Las Vegas, etc... ¿Aguantaréis hasta el final?
PD: Por cierto, no te preocupes por lo del carné: de momento vamos a seguir conduciendo el coche de San Fernando... Aún así, visto lo visto, aunque nosotros no conduzcamos, te recomiendo que tengas cuidado ¡Es que van como locos! ¡Mujeres tenían que ser! (y esas cosas).
Eh! que no decaiga!
Yo os leo siempre que hay algo nuevo, lo miro todos los días y me encanta ser lectora de los blogs!.
Tengo ganas de reclutar más gente para que haga comentarios en los cuatro.
Por cierto, tengo que haceros preguntas sobre cómo colgar algunas cosas en el blog. Os veo más puestos que yo en el manejo de algunas cosas, también para que me sirva para el del Albéniz.
Por cierto, lo de la tormenta ésta da miedo, joe, no me gustaria verme en una así. Debe ser precioso, pero peligroso.
Un beso gordo a tos!
*Berta.
... quizá los/las hay que leen tu blog pero no dicen nada para pillarte si te vas de la lengua...
(Je je je)
*
Publicar un comentario