También me gustaría haberos hablado de The Black Dahlia, que la han estrenado también este fin de semana; y cuento con hablaros también del Scoop de Woody Allen antes de que la estrenen la semana que viene; pero mientras tanto, y después de tanto tiempo, voy a continuar con mi historia donde la dejé...
Ahora voy a hablaros de nuestro primer martes en Arizona, allá por julio, día en el que Pablo ya había quedado con su jefe, del que ya os hablé, e incluso del que puse una foto en su momento, aquí en el blog.
Pues nada, para allá que nos fuimos los dos, hacia el campus. Nos costó un poco, pero al fin encontramos el edificio en donde estaba el laboratorio en el que iba a trabajar Pablo. Como todavía no le habían dado autorización para abrir las puertas con su carné (del que también os hable, la ASU card), tuvimos que llamar a la puerta del laboratorio, que estaba en la segunda planta del flamante edificio, que estaba recién estrenadito y que podéis ver en la foto… Ahora mismo, que estoy escribiendo desde la UNED precisamente, me hace gracia pensar en la aparente modernidad de todo en el campus de la ASU… Pues eso, ya sabéis, ¡superficialidad preciosa hasta la muerte! Oye, que tampoco yo digo que esté mal, sólo que esa mentalidad llevada hasta el extremo, a veces es un poquitín peligrosa.
Como iba diciendo, llamamos a la puerta del laboratorio y nos abrió una de las colaboradoras de Tony en el laboratorio, que se llamaba Solitaire, y nos dijo que Tony estaba en una reunión, así que le dijimos que le avisara de que estaríamos en la Hayden Library (de la que ya sabéis, porque Pablo en su momento puso una foto en su blog… Intentaré poneros un enlace, pero he perdido de vista ese post suyo en particular... Si no, ya os pondré fotos hechas por mí). Sin embargo, de camino a la Hayden, nos encontramos con Tony, que nos dijo que había estado enterándose de un sitio en el que podríamos alojarnos y nos iba a llevar en coche... Total, que nos dirigimos los tres hacia uno de los múltiples monstruosos aparcamientos de varias plantas que rodeaban el campus (de hecho, eran unos de los pocos edificios de varias plantas por allí, por no decir los únicos), donde estaba aparcado el coche de Tony.
1 comentario:
¡Qué alegría que retomes tu narración!
Personalmete ya tenía mono de las Aventuras Arizónicas y aunque hemos hablado en persona estos días y nos habeis contado bastantes cosillas, yo quiero seguir lleyendo sobre las cosas que os pasaron allí y viendo fotos, sobre todo de culos borrosos, jeje.
Un saludo
Ruth
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