miércoles, 7 de marzo de 2007

Phoenix V: Phoenix Points of Pride

Pues nuestra excursión de unas cuantas horas a Phoenix llegaba a su fin, porque no tardamos ni una hora en recorrer el centro de esta árida y arizónica ciudad. Al salir del Arizona Center, nos dirigimos hacia el sur, y nos acercamos a la llamada “zona de los museos”… (Ji,ji, igualito que en Berlín) y, por así decirlo, el "barrio histórico" de Phoenix.

Como os habréis imaginado, todas estas son exageraciones semánticas en sí mismas. Lo que vimos fue un barrio lleno de bloques bastante altos de hormigón a nuestra izquierda (El Herberger Theater Center) y un poco más adelante, a la derecha (el Phoenix Convention Center), pero al principio de esta calle, a la derecha, había unos pequeños edificios "antiguos" (de finales del siglo XIX), con inspiración colonial (vamos, imaginaos la pinta de la California del Zorro, una de esas iglesias con tintes mejicanos), esa era la St. Mary’s Basilica, que llamaba bastante la atención, porque era un anacronismo entre adefesios y que bueno, por si os interesa saberlo, antes era iglesia, pero vino Juan Pablo II y la ascendió… Ahora entiendo porqué lo llamaban el “papa viajero”, porque empalmar hasta allí sólo pa eso...

Por supuesto, no hace falta recordar que no había NAAADIE por la calle. Me parece que había una competición de taekwondo o algo por el estilo, y algunos de los participantes entraban rápidamente o salían de los edificios de hormigón, sin quedarse ni un segundo a la calle.

Y todavía os preguntaréis de qué va lo del título de mi post. Pues sí, a estos "entrañables" arizónicos no les faltan hitos de los que sentirse orgullosos. En particular, han votado de manera popular los treinta lugares de los que se sienten particularmente orgullosos, sus Phoenix Points of Pride. Este tema viene a cuento porque ya os he hablado de muchos de esos lugares: Camelback Mountain, que se veía desde la ventana del restaurante donde fuimos a cenar con Tony y su mujer, el Arizona Center donde estuvimos comiendo, como os conté en el post anterior, el Desert Botanical Garden, el zoológico de Phoenix, que están en el Papago Park, por el que paseamos al principio de nuestra visita, y también, la St. Mary’s Basilica, que he mencionado anteriormente.

En esta zona de Phoenix por la que estábamos paseando, se concentraban muchos de los lugares de “orgullo regional”: no sólo la basílica, sino también el US Airways Center, que es como una especie de pabellón deportivo múltiple, sede de los Phoenix Suns, que según la propia definición de “hito de orgullo”, supone una inyección económica para la genial y maravillosa ciudad de Phoenix, o también la Patriots Square Park (de la que os hablaré en un momento).

Lo llamativo (y lo verdaderamente terrible) de estos “hitos de orgullo” es que entre ellos se incluyen lugares como el Arizona Biltmore Resort & Spa (sí, sí, un balneario corrientucho -o spa, como se dice ahora-, aparte de artificial, porque ¿dónde se ha visto un balneario natural en mitad del desierto?), el Thomas J. Pappas School (por favor, no os perdáis la foto del enlace, que es la que viene en la página de los points of pride), que es una vulgar escuela de niños pobretones (of course, todos negros e hispanos, para más señas), y por último (este es el mejor, en mi opinión) los phoenixianos consideran que uno de los treinta lugares esenciales de su geografía es Ben Avery Shooting Facility, sí, amigos, sí, un ¡¡¡puto campo de tiro!!!.

Esto es similar a si en Madrid eligiéramos los treinta lugares más importantes, y dijéramos que uno de ellos es la papelera de la esquina de mi calle… Por suerte, en Madrid no tenemos ni treinta, ni sesenta, sino muchos más lugares mucho más interesantes… Pero vamos, no es sólo Madrid. Si vas a cualquier ciudad pequeña o pueblo de España, o de Europa, y encuentras 30 sitios que visitar sin pensarlo mucho. La razón de que en Phoenix se señalen esos lugares y no otros como los 30 hitos esenciales no es porque los phoenixianos tengan gustos extraños (cosa que tampoco dudaría), sino que ¡¡¡¡NO HAY MÁS QUE ESOS!!!!

En fin, supongo que ya no tengo que daros más muestras de que la ciudad donde nos encontrábamos, y en la que todavía tendríamos que vivir casi dos meses más, era un lugar bastante muerto y poco interesante.

Y sin embargo, para darle una nota positiva a este post, diré que la gran plaza del centro de Phoenix en la que se encontraba el Patriots Square Park, que de no ser porque estaba completamente desierta (no había más que un par de tiraos achicharrándose en mitad de la plaza), era un lugar bastante bonito (me recordó un poco a algunas plazas del centro de San Francisco, de cuando estuve allí con mi familia). Bajo el edificio del Wells Fargo encontramos esa estatua que nos llamó tanto la atención, más que nada porque sus partes pudendas estaban generosamente representadas (nosotros, como siempre...), cosa curiosa pa estar en el puritano y oriundo oeste americano.

De vuelta a la parada central del autobús, recorrimos más calles desiertas, muchas de ellas en obras, que seguramente, en horario laboral gozaban de público moderado, porque en ellas había puestos de comida rápida, algún restaurante, algún que otro hotel y, por supuesto, enormes edificios de aparcamientos que, en sábado, estaban vacíos.

Después de un rato esperando el bus de vuelta a Tempe, lo cogimos y dio otro rodeo por la zona que habíamos recorrido a pie, y también pasó por delante del Chase Field, que es el campo de béisbol, sede de los Diamondbacks. ¡¡¡Allí fue donde vimos, al pasar, más gente de la que habíamos visto en todo el día!!! Estaban entrando en el estadio, porque debía de haber partido.

Después de pasar de nuevo por el aeropuerto con el autobús, llegamos en seguida a nuestra parada, y pronto a nuestra “casita-hotel”, donde nos pasamos el resto de la tarde descansando de nuestro paseo y dejando reposar también nuestra decepción por la ciudad de Phoenix, que no volvimos a pisar en el resto de nuestra estancia.

(Fotos: No os quejaréis: ¡os he puesto mogollón de fotos en este post! Tenía que colocaros las últimas de Phoenix, porque no es probable que vuelva a hablar de la ciudad. 1) El símbolo de los Phoenix Points of Pride, 2) Plaza del Patriots Square Park, 3) St. Mary's Basilica, 4) US Airways Center, 5) Chase Field, 6) Estatua de hombre desnudo al pie del edificio Wells Fargo, 7) El monumento a los patriotas del Patriots Square Park y 8) Una de las calles que recorrimos, con una pinta, como siempre, mucho más maja que en la realidad y finalmente 9) Foto de la llegada al centro de Phoenix, como despedida de la ciudad. Tengo que advertir que sólo son de cosecha propia la 2, la 6 y la 7, pero las demás no sé de dónde las he sacado).

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Julia...

Muy intersante el contraste con nuestras ciudades. Quizá el mayor orgullo de los de Phoenix podría ser "aquí había un puñetero desierto y hemos levantado una ciudad, no tiene nada más que nosotros y nuestras ganas de vivir y pasarlo bien, por eso hemos elevado a monumento cívico el árbol en el cual se meó el chucho de Lincoln cuando hizo escala de camino a Méjico y por eso en el escudo de la ciudad aparece un perro con la pata levantada".

Un saludo y ánimo con el mundo traductoril. Luis

eulez dijo...

Jajajaja, esto es como lo de Jeremiah Springfield en los Simpsons... es lo que pasa con estos yankis, como no tienen historia, tienen que inventarse algo...

Anónimo dijo...

¡Qué negativa eres!, he estado mirande la página esa de los puntos de orgullo y si que hay cosas interesantes, el Teatro Orpheum, el barrio victoriano, cosas de los indios... Además he visto que tienen un monton de teatros y auditorios, que eso también dice algo en su favor. Claro que como el orden en el que vienen sea según la importancia que le dan, es bastante deprimente que lo primero sea el spa y lo tercero el campo de tiro.

Tomás

juliacgs dijo...

Nada, veo que por mucho que os lo explique, no seré capaz jamás de transmitiros el sentimiento de desolación que nos produjo esta ciudad. Sí, es cierto que en la lista de points of pride hay varios teatros, lo cual es claramente positivo. Mucho más adelante, os contaré que nosotros quisimos ir a un concierto en el Cricket Pavilion, pero nos dio miedo no saber cómo volver (y ya sabíamos que podría NO haber ningún método). Quizás pienses que eso le daba "vida cultural" a la ciudad, pero si se la daba ¡¡¡era vida cultural "sumergida"!!! Porque lo que es nosotros, ¡no vimos a nadie yendo al teatro, ni paseando por la ciudad!

Por ejemplo, con respecto a lo del barrio victoriano, vuelvo a tener que decepcionarte. Aunque no paseamos por allí a pie, sí que pasamos por delante con el autobús, y consiste en dos casas una al lado de la otra (concretamente, la de la foto y otra). En eso consiste su barrio victoriano. Y es que la mayoría de las cosas funcionan así en este país: por exageración.

Tampoco quiero dar la sensación de que yo tengo una mala opinión de Phoenix y alrededores. Lo terrible es que mi mala opinión se fue forjando poco a poco, día tras día allí. Y es cierto que al final llegué a acostumbrarme; pero la costumbre no hace al gusto. Que yo no niego que habría mucha gente que estaría encantada de vivir en ese "país tan desarrollado" que es EEUU. Pero resulta que "tan desarrollado" no es, en muchos, muchos aspectos en los que logran engañarnos como a imbéciles.

También estoy de acuerdo con Luis, supongo que su mayor orgullo reside en haber construido una ciudad en mitad del desierto... Pero eso no hace un lugar ni remotamente interesante, sobre todo cuando su manera de vivir en el desierto consiste en petar sus aires acondicionados a máxima potencia, y conducir con sus cañoneros por las avenidas interminables, paralelas y perpendiculares...

Pos eso. Que a veces tengo la sensación de que en este blog me repito más que el ajo...

Saluditos a tós,

Julia

eulez dijo...

No Julia, si te explicas bien, yo al menos así lo creo. Pero es que resulta dificil captar las dimensiones del asunto cuando no se ha estado allí. A ver como explicas que no vas a un concierto porque el Cricket Pavillion esta perdido en un extremo de Fenix y no sabes si las 10 de la noche hay transporte público (sí, si lo sabes, no hay). Claro, si esto te lo imaginas pensando en ciudades europeas, no eres capaz de imaginarlo, porque en la mente está que Fenix es una ciudad grande del país más "desarrollado" del mundo. Y no puede ser. ¿Cómo es posible que no haya comunicación (salvo en coche) con el sitio donde se hacen los conciertos en Fenix? Si es que no hay quien se lo crea. ¡La gente se alquilaba furgonetas para ir! En Europa esto no es concebible. Lo primero que se haría (o lo segundo) es comunicar el sitio con el resto de la ciudad.

Lo hemos repetido mil veces, pero hay gente que no lo quiere ver. El Oeste (al menos) de los EEUU es muy distinto de Europa: no hay gente por la calle, no hay trenes, no hay un servicio decente de autobuses, no hay metro. Lo que hay son carreteras enormes en calles todas iguales, paralelas y perpendiculares, llenas de coches. No existen las calles, no existe la ciudad, no existe la arquitectura. No existe el peatón, las ciudades están pensadas para desplazarse en coche y toda la construcción de las ciudades gira en torno a eso. Da miedo ir por la calle, porque nunca hay nadie y si alguien te hace algo nadie se va a enterar.

Julia no esta exagerando, es lo que hay en esa zona de EEUU. Repito que supongo que el Este será distinto, sobre todo debido a que esa zona fue construida originalmente por europeos y algo se nota. Tomás, ve a ver Pequeña Miss Sunshine (que se desarrolla en esa zona de Arizona, Tejas y Nuevo Méjico), ahí se ve muy bien: ¿por qué utilizan una camioneta amarilla que apenas funciona? ¿por qué no van en autobus? ¡porque no hay!

Anónimo dijo...

¡Vaya chaparrón me ha caido por parte de la parejita! Si yo sólo lo decía por ver el lado positivo de las cosas. Si estoy de acuerdo con casi todo lo que decís. No seré yo el que defienda los "States", Dios me libre.Ya se que las ciudades no están pensadas para ir andando y que los yanquis van en coche hasta a mear.
Por cierto Pablo que ya he visto Pequeña Miss Sunshine y me gustó mucho, una historia muy bonita y es super crítica con su sociedad.

Borboleta dijo...

Hola Julia! soy Mónica, ya ves, saltando por el blog de Berta, he llegado hasta aquí. Me he reido mucho con tus historias americanas. Nunca he estado en los states, pero me imagino lo de las distancias. Cuando estuve en Brasil estuve en un pueblo con una comunicación escasa por no decir nula, había cosas por hacer, pero lo mismo, o te juntabas con alguien, o te veías ahí perdida en medio de un campo de monos (real como lo cuento) sin tener como volver. Es una pena que se fomente tanto el coche.
Voy perdiendo mi vergüenza bloguera, es cierto que se le va cogiendo el gusanillo.
Besos y ya te voy leyendo
Mónica

juliacgs dijo...

Hey!! Gracias a todos por comentar! (¡Gracias por animarte, Mónica!) Oye, no te enfades, Tomás, si yo tengo mi opinión positiva de ciertas cosas de Arizona (son contadas, todo hay que decirlo), claro que sí, pero entiende que tres meses allí, con aquel ambiente tan opresivo, nos han dejado mella, por eso nos gustaría que entendiérais claramente cómo nos sentíamos. Lo que está claro es que en algunos casos, se me hace muy difícil darle un tinte positivo a mi narración y a veces noto que, por mucha precisión que le ponga, no logro transmitiros ciertas cosas.

De momento, estoy empantanada con una traducción (gracias por los ánimos, Luis... Tú sabes lo que es eso), pero prometo colgar el siguiente post en cuanto quede libre.

Besos a todos,

Julia

Ruth dijo...

Es significativo que se dediquen a hacer encuestas sobre los puntos de su ciudad de los que estan orgullosos. En París, Londres o incluso en Nueva York a ningún político se le ocurriría la iniciativa de que se hiciera una encuaeta soble los lugares de los que los siudadanos estan especialmente orgullosos.
Que tengan ese tipo de iniciativas ya dá pistas sobre cómo piensan y sobre todo sobre la falta total y absoluta de lugares de los cuales realmente se "deberían" o podrían sentir orgullosos.

Un saludillo