viernes, 20 de octubre de 2006

Cambio de rumbo

Bueno, hola a todos de nuevo. Como ya sabréis, ya llevamos unos días, que pronto se convertirán en semanas, en Madrid y esto implica que este blog va a cambiar de enfoque, no porque yo lo quiera, realmente, sino porque es inevitable.

Y es que es inevitable por varias razones. La más evidente de ellas es que a partir de ahora no voy a escribir de lo que vea y recuerde, sino sólo de lo que recuerde. Así, la comparación será imposible de evitar, de modo que no serán simplemente las sensaciones de Arizona en Arizona, sino que serán los recuerdos de las sensaciones de Arizona en Madrid.

En segundo lugar, tengo que decir que ya no soy la misma persona que escribía en este blog. Han ocurrido ciertas cosas al llegar a España que me han cambiado. Tengo que decir que, de alguna manera, hasta me da lástima no haber terminado el blog en su momento para poder verlo ahora como un “hijo de su momento”; porque ahora será imposible que siga siéndolo. Y es que ahora, cuando escriba, me sentiré como si estuviera viendo una película de la que ya sé el final, y ya os digo que no sólo hablo de nuestra experiencia arizónica. Ya no será lo mismo.

Y por último, creo que voy a introducir ciertos cambios, que espero que no os pierdan demasiado… Uno de ellos es que me hubiera gustado comentaros las películas que hemos visto allí, y que nos han gustado, o que no nos han gustado... Para ser sinceros, me hubiera gustado hacerlo de manera exclusivista, es decir, recomendándoos películas que iban a tardar en venir a España, para que estuvierais pensando en verlas con anticipación antes de que llegaran... ¡¡¡Y resulta que me encuentro con que tres de las películas de las que quería hablaros, las estrenan este fin de semana aquí!!! ¡¡¡Maldición!!! Así que he tomado la decisión de introduciros casi ya mismo mis reflexiones sobre algunas de ellas; sobre todo, la más importante, y que me gustaría que, si tenéis la oportunidad, todos vierais: Little Miss Sunshine.

Y sólo me queda en este post, agradecer los comentarios particulares que he venido recibiendo últimamente, que me animan a seguir escribiendo aquí, porque veo que os gusta. Aunque no os animéis a escribir comentarios en vivo y en directo, ¡aprecio mucho que hayáis estado siguiéndome!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm ... disculpe, tendremos que hacerle unas preguntas :

"...ya no soy la misma persona que escribía en este blog. Han ocurrido ciertas cosas al llegar a España que me han cambiado..."

¿Qué cosas? ¿porqué no eres la misma? ¿en qué has cambiado?

"...ahora, cuando escriba, me sentiré como si estuviera viendo una película de la que ya sé el final, y ya os digo que no sólo hablo de nuestra experiencia arizónica..."

¿El final? ¿no sólo de vuestra experiencia amazónica? ¿de qué otra cosa o cosas ya sabes el final?

Te seguimos, gran Juliver, con gusto, y aunque pueda cambiar de tamaño el entorno, esperamos que los cambios te hagan crecer hacia estar mejor, aún más, en cualquier parte.

Bss

*d

juliacgs dijo...

Vaya, siento haber sido demasiado vaga; espero que no te enfades, David… No era mi intención que os quedarais con la duda… Y sin embargo, he preferido no explicar algo que merecería algo más que un post en mi blog, y que además creo que no viene mucho al caso.

La cosa que claramente ha cambiado en mi vida, aparte del evidente “transplante” de continente (que era previsible, pero aún así, sigue costándome) y del cambio de entorno (piso nuevo) que las últimas semanas ha absorbido prácticamente todos nuestros pensamientos, ha sido la muerte de una persona muy querida para mí, que ha influido mucho mi vida y que me ha tenido muy preocupada durante todo este verano.

Seguramente Berta podrá contarte algo más (seguro que ya sabrás algo), pero es cierto que quizás esto necesitaba más explicación. Noto que ya no soy la misma porque si bien esta situación ya se me había pasado por la cabeza muchas veces (no era tan raro pensar que una mujer de 78 años, enferma de Parkinson, podía tener una recaída mortal en cualquier momento), nunca lo había pensado de manera real; no se me había ocurrido lo que podría ser pensar que ella, efectivamente, ya no está en este mundo…

Como ya digo, necesitaría algo más que un post en mi blog o que un comentario, para contar cómo me he sentido desde que me enteré, hace unos diez días... Como si se hubiera abierto un hueco en mi vida, como si algunos de mis recuerdos, que conservaba en la memoria intactos, se hubieran resquebrajado con esto... Pero aún necesitaría más tiempo, espacio y demás para explicar cómo he llegado a tener una relación tan extraordinaria con una pareja de ingleses que hace poco más de ocho años no sabía ni que existían, no hubiera sabido ubicar en el mapa ni el lugar en el que vivían, y mucho menos comunicarme con ellos en su idioma…

En fin, preferiría contaros todo esto en persona, y si no, ya me decidiré a escribirlo algún día… Pero no en un blog dedicado a Arizona, que por mucho cariño que le tenga –a mi blog, no a Arizona, no confundamos- decididamente no es el lugar adecuado.

Anónimo dijo...

no me enfado ni nada de eso, por supuesto, sólo es que quedaba un poco misterioso dicho así, no sé creo que a lo mejor deberías haber contado la razón de tu cambio, aunque entristezca. Está lejos de ser algo que nos quita vida; nos multiplica el valor de lo vivido, y nos hace apreciar mejor nuestra vida.
Ese hueco en tu vida en realidad es algo que ha entrado definitivamente, no es un hueco, es algo que ha pasado a vivir dentro de tí; sientes que se resquebraja, pero en realidad es algo que brilla más que antes, no sé, quizá por eso duele.
Aunque duela, el que te hayan dejado eso, su vida, los recuerdos, es muy hermoso, y es un regalo para tí, para que lo tengas desde ahora...
Lo siento Julia,
(oye, y si no te apetece no publiques este comentario)
besos
*d