lunes, 17 de diciembre de 2007

Viva Las Vegas



Jo, casi me da vergüenza colocar un post que se titula así, con la que se está liando aquí por la idea peregrina de unos cuantos iluminaos que van a construir un pseudo Las Vegas en los Monegros, Aragón (si queréis leer mucha más información y comentarios sobre el tema podéis hacerlo aquí, aquí y aquí).

Pero bueno, como ya os anuncié, iba a ir contándoos historietas sobre ese curioso lugar en el que se ha convertido la ciudad del desenfreno americano, trampolín de tantos artistas legendarios (Ja, si hubiera tenido tantas tonterías que contar sobre Tempe y Phoenix, seguro que no nos habríamos aburrido tanto allí, aunque sólo fuera por la mera investigación histórica).

En próximos posts os hablaré de series de la tele y pelis (seguro que mientras leéis esto, ya se os han ocurrido unos cuantos títulos), pero este post quiero dedicarlo al rey… Sí, sí, al Rey del Rock: Elvis Presley.

Cuando he empezado a leer sobre la conexión Elvis-Las Vegas, no tenía muy clara de que iba la cosa, la verdad. Quería saber hasta qué punto Elvis había tenido relación con la ciudad, para luego comprender porqué la gente nos preguntaba si habíamos visto muchos lunáticos disfrazaos por la calle (lo cierto es que no vimos ninguno… Bueno, recuerdo que había un tipo repartiendo papeletas que creo que sí que llevaba algo parecido a un disfraz de Elvis, pero vamos, no me dejó demasiado impresionada, porque si no, lo recordaría mejor). Sí sé que había muchos espectáculos de travestis e imitadores de Elvis, pero verdaderamente creía que la conexión entre el personaje real y Las Vegas era más fuerte.

En fin, trataré de no aburriros demasiado con una reseña biográfica interminable sobre Elvis, porque no creo que pueda haber un personaje más conocido y del que se pueda encontrar más información, además, curiosamente, la entrada de la Wikipedia está sorprendentemente bien traducida al español (cosa que ocurre en raras ocasiones. Será porque está semiprotegida… ¿?). Bueno, trataré de ser breve y de contaros los detalles jugosos y los rumores escabrosos y, sobre todo, todo lo relacionado con Las Vegas.

Elvis nació en 1935 en Mississipi, para que os hagáis a la idea, Frank Sinatra ya tenía 20 años cuando Elvis nació y John Lennon nacería 5 años después de él… Y, curioso, hoy tendría la misma edad que María Galiana, la abuelilla de Cuéntame…, Julie Andrews, Woody Allen o el difunto Luciano Pavarotti... (De qué cosas se entera uno gracias a la Wikipedia). Muy pronto, sus padres se mudaron a Memphis (sí, donde los Grizzlies, jaja). Por su 11 cumpleaños, el angelito quería una escopeta de perdigones, pero a su madre le entró por un oído y le salió por el otro, y le compró una guitarra.

Antes de dedicarse a la música, tuvo varios trabajos, entre ellos, camionero. Luego fichó para la discográfica Sun Studios, para la que también hizo su primer concierto en directo. En él, el chaval estaba tan nervioso, que le empezaron a temblar las piernas. Las mujeres entre público se volvieron medio locas con el temblequeo y él decidió incorporarlo al espectáculo.

A partir de 1956, empezó a tener bastante éxito. Publicó un par de discos, le pagaron una fortuna e incluso le contrataron para actuar por primera vez en Las Vegas, en el hotel New Frontier. Lo malo es que su música (fusión de muchos estilos musicales aparentemente reservados a diferentes razas) sonaba como algo nuevo y no era demasiado bien recibida por los sectores más conservadores. Mientras estaba en Las Vegas, escuchó la versión de Freddie Bell and the Bellboys de “Hound Dog” y decidió hacerla suya. Este fue el resultado:





Al ritmo de “You ain't nothing but a hound dog...” comenzó a menear las caderas y las piernas y eso fue el acabóse. Cuando apareció en la tele, los periódicos le dedicaron más insultos a su manera de moverse que a la amenaza comunista, que copaba todos los titulares por aquella época. No sólo lo consideraban vulgar y obsceno, sino que los blanquitos conservadores (muchos de ellos, racistillas kukluxklaneros) consideraban que aquel ritmo, que sonaba a negro, no podía hacer más que pervertir a sus hijas (que, por otra parte, estaban más que dispuestísimas a tirarle su ropa interior a Elvis). Los jesuitas lo vilipendiaron e incluso Frank Sinatra dijo de él que su música era "un afrodisíaco con olor a rancio" (¡Ay!¡Frank Sinatra!¡Esa envidia! Bueno, no te preocupes, ya hablaré de ti en algún otro post...). Muchos presentadores de la tele trataron de ridiculizarle o sacarlo actuando sólo de cintura para arriba para que pareciera más “formalito”, pero todo eso no hizo más que acrecentar su fama.

También a partir de 1956, comenzó a hacer películas, casi siempre comedias musicales (como la que titula la canción que abre este post, que sirvió para que la co-protagonista, Ann Margret, ganara popularidad debido a un supuesto romance con Elvis —Fíjate, Penélope Cruz, lo de los noviazgos inventaos lleva tiempo funcionando antes de que tú aparecieras…—). La mayoría de las veces, eran películas de dudosa calidad, pero a pesar de todo, recaudaban muchísimo en taquilla y Elvis estaba estupendamente pagado. En 1957, recibió la notificación de que debía irse a la mili. Elvis podría haberse suscrito a los "Servicios especiales", que le habrían permitido mantener su carrera musical, pero no lo hizo, por lo que le destinaron a una base en Friedberg, Alemania, cerca de Frankfurt. Allí, tuvo sus primeros escarceos con las anfetaminas y conoció a la que sería su esposa, Priscilla Ann Beaulieu, de 14 años (Se casaron en 1967, en Las Vegas). También durante su estancia en el ejército, su madre murió de hepatitis.

Durante los sesenta estuvo grabando pelis, pero no le gustaban nada, así que en 1968, volvió a la palestra en un especial de la tele, enfundándose en cuero, al más puro estilo rockero. Después, grabó unos cuantos documentales y discos (como por ejemplo el From Memphis to Vegas/From Vegas to Memphis, parte del cual fue rodado en el Hotel International de Las Vegas). A partir de 1969, comenzó a hacer giras, muchas de las cuales trascurrían en Las Vegas (sobre todo en el Hotel International, que luego pasaría a ser el Hilton, donde los rumores dicen que su fantasma se vuelve a subir al escenario de vez en cuando). En 1970, uno de los documentales de sus giras ganó un Globo de Oro. Ese mismo año, se reunió con el presidente Nixon, al que le llevó de regalo una pistola, puso a parir a los hippies, y en particular a los Beatles, que "se habían llenado los bolsillos, para después volver al Reino Unido a fomentar el sentimiento antiamericano" (pues no sé yo qué pensaría entonces de este mi blog. Supongo que nada, porque no le quitaría popularidad a él, pero vamos… Ahí veo yo también mucha envidia… Y eso que John Lennon le idolatraba).

En 1973, hizo un directo desde Hawai, que fue la primera retransmisión vía satélite a 40 países y lo vieron más de mil millones de personas. Ese mismo año, se divorció de Priscilla, lo cual marcó el principio del fin. A partir de ese momento, comenzó a ganar peso y a abusar de las drogas y, más que de las drogas (de las que estaba totalmente en contra), de los medicamentos legales. Su última actuación fue en Indianápolis en junio de 1977. Murió en agosto del 77. Todo lo que viene después se deriva de que no está nada claro de qué murió. De hecho, su autopsia se reabrió en 1994, para determinar que no había muerto de una sobredosis, sino de un más que probable ataque cardíaco, pero que las drogas (el buen hombre parecía una farmacia andante: conseguía que los médicos, halagados de verse relacionados con él, le dispensaran todos los medicamentos que quería) fueron una de las causas.

A diferencia de otros artistas y personajes famosos, Elvis parece vivir eternamente. No han sido pocos los que le han hecho tributos musicales. Uno de mis favoritos, aquí:





Pero no sólo eso, sino sus apariciones y referencias en películas, etc., son incontables ¿quién no se acuerda del entrañable Elvis de Forrest Gump, por ejemplo?

Y claro, aquí es donde surge toda la parafernalia Elvis, que es lo que verdaderamente ha perdurado a lo largo del tiempo. Y por supuesto, aquí es donde he encontrado que Las Vegas es la cuna de la influencia e imitación elvísticas. ¿Cómo no iba a adoptar la ciudad del pecado a un artista cuyos movimientos eran sinónimo de desenfreno? Los shows de imitadores de Elvis, como ya os he comentado, son abundantes, pero lo que más triunfa, sin duda alguna, es la tradición de las bodas-Elvis. Como le comentaba Fran en un post anterior, no he tenido mucha ocasión de explicar en que consiste el merchandaising matrimonial lasvegueño, pero, sin duda, Elvis es un elemento imprescindible del engranaje de este negocio. Como muestra, un botón (no os perdáis esta renovación de votos nupciales… Provoca sentimientos encontrados, porque no sabes si reírte o llorar... Me pone un poco los pelos de punta...).






(Fotos y demás: 1) Viva Las Vegas de Radio.Blog.Club, 2) Elvis de jovencito, 3) Uno de los "chous" de Las Vegas de un cruce entre Elvis y Tom Jones, 4) Primeros movimientos de piernas de Elvis, 5) Hound Dog de Radio-Blog-Club, 6) El rock de la cárcel, descoyuntándose las caderas, 7) Con Anne Margret, su co-protagonista, 8) Elvis vestidito de Ken-legionario, 9) El actual Hotel Hilton, en época de Elvis llamado Imperial, 10) Elvis, en su retransmisión vía satélite desde Hawai, 11) Sello conmemorativo de Elvis, 12) Crazy little thing called love, de Queen en Radio-Blog-Club, 13) Una de las capillas típicas con una horda de Elvises a la entrada -imagina que todos estos tíos te persiguen... ¡qué terror!-, 14) Stitch (de Lilo y Stitch), disfrazao de Elvis, 15) Este vídeo que tan orgullosamente exhíben en la página web de una de las capillas de Elvis es indescriptible).

2 comentarios:

Dabidovich! dijo...

Vaya, entonces lo del movimiento de caderas que aparece en Forrest Gump no es cierto... :-O Jajajajaja. Muy bueno el artículo :-)

eulez dijo...

Muy bien dicho por dabidovih, últimamente lo de Julia no son posts, sino artículos. Nada, nada que siga así, que da para leer y entretenerse.