miércoles, 20 de febrero de 2008

Primer paseo por la Strip III: La Europa cartonpiédrica de ayer y hoy

Pegadito al antiguo Aladdin-ahora Planet Hollywood, está otro de los hitos lasvegueños: el Paris Hotel Casino. Y allá nos dirigimos, curiosos por ver la consabida reproducción de la Torre Eiffel y demás reproducciones de monumentos parisinos.

En fin, qué deciros. He oído a muchos americanos enorgullecerse de este casino casi como si hubieran reconstruido París piedra a piedra, pero después de haberlo visto, cualquier cosa que me digan no me impresionará. Si por construir fielmente entiendes crear una falla tamaño king-size (igualito que las fallas, de cartón-piedra y tó) de los cuatro o cinco monumentos representativos de la ciudad, con colores más estridentes, a ser posible, plantar dos o tres bistrós y vender bebida alcohólicas en botellas con forma de Torre Eiffel, ¡felicidades! Las Vegas es el lugar al que DEBES ir. Eso sí, no contamines el París real con tu presencia, por favor.

Este comentario mío viene a cuento de que esa es otra de las claves de esa ciudad marciana llamada Las Vegas. Muchos yanquis, en su infinita idiotez, piensan que Las Vegas puede sustituir a Europa en conjunto. Esto revela en gran medida a qué se dedican cuando vienen al "viejo continente", aplicando una lógica puramente americana: pillan un autobús y se recorren todo el continente en 7 días, parando a la velocidad del rayo en los lugares turísticos más importantes para tomar unas fotos y, a la vuelta, dárselas de cultos ante sus vecinos, porque han ido a Europa, oyes. Según esta mentalidad, eso sería perfectamente sustituible por un Disneylandia para adultos en el que todos esos monumentos se concentraran en el menor espacio posible, todo ello bien regadito de alcohol, putas y juego... Pero no nos confundamos: esta no es la opinión de cuatro granjeros de Oklahoma que no saben leer. La cosa es aún más sangrante: estando en Las Vegas, una tarde que estaba viendo la tele en nuestra habitación, nos topamos con un reportaje en el que diferentes personajes conocidos de la ciudad la presentaban y loaban sus virtudes. En el reportaje aparecía una pareja de cómicos-magos que se llaman Penn & Teller (seguro que los habéis visto en los Simpsons y en otras series. Por lo visto, son bastante conocidos en los USA) que suelen actuar en Las Vegas. Para que os hagáis una idea los que nos los conozcáis, por lo visto, estos pavos son famosos por su humor inteligente, ateo y crítico con la política (también se les conoce por su liberalismo exacerbado). El gordo de la perilla y las gafas (el tal Penn), no sólo elevaba Las Vegas a la altura del Olimpo terrenal (a ver, que eso se entiende, tampoco va a morder el tipo la mano que le da de comer), sino que -al loro- culpaba a los europeos por su desvergüenza y su poca conciencia cívica al estar manteniendo edificios tan antiguos que “afean” y “estropean” el paisaje y que consumen el erario público, sí señor. ¿De qué valen las antiguallas romanas? ¿Pa qué conservar restos medievales, edificios renacentistas y dieciochescos? ¿O monumentos como la herrumbrosa torre Eiffel verdadera, cuando uno puede construir todo eso en cartón piedra y cuando se aje, tirarlo abajo y volverlo a construir con colores más bonitos y chillones, si cabe? Vamos, que simple y llanamente, el cateto este (que, como ya os digo, iba de tío informao, culto e inteligente) venía a culparnos a los europeos de todas las desgracias de la civilización moderna por “aferrarnos al pasado innecesariamente”, no como ellos, sufridos americanos, que cuando ven cualquier cosa vieja se apresuran a tirarla abajo, no vaya a ser que “haga feo”.

En fin, diréis que me indigno por nada. Pero en realidad no me indigno: sólo creo que la gente que piensa así nunca jamás debería salir de los USA, de hecho, debería negárseles el visado para salir del país, y por supuesto, nada de venir a Europa, ¡no te jode! (También podríamos desterrar a EEUU a los neoliberales que nos joden la vida aquí y que desearían que esto fuera Estados Unidos, para que, todos ellos, en amor y compañía, crearan su paraíso terrenal de libertades individuales, seguridad, creacionismo e ignorancia). Y está claro que, a pesar de todo, sí que era gracioso pasear por el interior de los casinos estos y ver las "frikadas" que se les había ocurrido recrear…

Después de haber presenciado, en la acera de enfrente, el icónico espectáculo de música, agua y luces de la enorme fuente del Hotel Bellagio (aunque yo andaba convencida de que esa no era la fuente del Ocean’s Eleven de George Clooney… No sé porqué, en la peli la había visto diferente, me había dado la sensación de que estaba en mitad de una gran plaza), nos internamos en el Hotel Paris y en su galería comercial, que recreaba las tiendas de super-lujo-lujazo de la Rive Gauche, para desembocar en el interior del Bally’s que era el Hotel Casino contiguo. Como muchos otros, no nos llamó especialmente la atención (chico, al final, la acumulación de máquinas tragaperras y mesas de dados se hacía repetitiva y aburrida), por lo que salimos a la calle por la cinta transportadora de salida del Bally’s.

A continuación, entramos en la galería comercial aneja al Bellagio, para continuar nuestro periplo hacia el norte y visitar otro de los lugares de culto de Las Vegas, el Hotel Casino Caesar’s Palace.

(Fotos: 1) Foto cosecha propia de nuestra primera visión de cerca del París, 2) Trocito del mapa del que os hablo en este post, 3) Un anuncio del espectáculo del par de ...ejem... esos. Os aseguro que la prepotencia del fulano gordo en el reportaje que nos tragamos era insufrible, 4) Cosecha propia de la reproducción de la torre Eiffel y de la ópera de París -la reproducción de la ópera es bastante chusca... No se parece, creo yo: podría ser cualquier edificio francés-, 5) Cosecha propia del pie de la reproducción de la torre Eiffel. Aunque en un principio, su intención era la de construir una el mismo tamaño que la original -no puede haber un símbolo más fálico que la torre Eiffel, y ya sabemos todos que los americanos siempre se pirran por demostrar su masculinidad-, pero el aeropuerto está demasiado cerca, así que tuvieron que hacerla a mitad, 6) Una muestra del pasaje comercial del interior del Paris, con su inquietante cielo azul con nubecillas blancas aquí y allá... ¿¿¿Quié quiere un cielo de verdad cuando lo puede tener pintado por el mismo precio???, foto de Hannah de picasa, 7) Cosecha propia de la reproducción del arco del triunfo del exterior del edificio. En este caso, el arco es 1/4 del original, porque el rey de los Campos Elíseos es enorme -sí, Dan Brown, esa avenida parisina que es igualita, igualita que la Sexta Avenida :-)) y porque como el tamaño del arco del triunfo no simboliza poderío masculino sino más bien todo lo contrario, les da igual el tamaño, 8) Reproducción del puente Alexandre III... Este también os ha quedao más peque que el original, ¿verdad? ¡pilluelos!, foto de Dan de picasa, 9) Interior del casino. Una de las patas de la torre Eiffel hace las veces de caja del casino, foto de Ofer de picasa, 10) Luminosa entrada del Bally's con cinta trasportadora que desemboca en una especie de estación desde la que se puede coger un tranvía que viene del MGM Grand y termina su recorrido en el Hotel Hilton, que está fuera de la Strip, foto de www.vegas-dreaming.com).

3 comentarios:

eulez dijo...

Bueno, la torre Eiffel era bastante espectacular... y la recreación de Venecia estaba muy bien. No puedo decir lo mismo del Cesar Palace, mi romanofilia me lo impide, supongo que Julia contará con pelos y señales la mala leche que me entró cuando vi aquel esperpento.

Lo de los yankis y su "¿para que ir a Europa si todo lo que hay que ver está ya en Las Vegas?" es real como la vida misma. Se oía en todas partes y era una especie de justificación "cultural" para construir aquellas representaciones.

Por cierto, Julia, ¿pondrás un video de los números musicales de la fuente de agua, no? Ah! Eso fue lo mejor de Las Vegas!

juliacgs dijo...

¡Qué prisa tienes!

El siguiente post se titula: El cabreo peplumiano de Pablo, o sea, ¡que ya sabes de qué va!

Sí, luego después pongo alguno de los vídeos de la fuente del Bellagio... Pondré alguno de los que nosotros hicimos, aunque en You Tube hay que virguería, que hasta me da vergüenza colocar los nuestros, que son bastante cutres...

Anónimo dijo...

Pues a mí me encanta cuando te indignas, sobre todo cuando lo haces con razón. Me gusta este repaso surrealista que le estás pegando a Las Vegas, y ardo en deseos de leer el enfado peplumiano (ya de antemano digo que seguro que yo me habría enfadado también: que hagan una Torre Eiffel de cartón piedra, pase, ¡pero ojito con tocar a Los Clásicos!)