martes, 19 de febrero de 2008

Primer paseo por la Strip II: El Aladdin Hotel Casino

Pues sí, pasamos por delante del luminoso de M&M's (era una tienda en la que sólo vendían merchandaisin de M&M's), delante de la botella de Coca-cola gigante que se veía desde nuestra ventana, recorrimos una zona llena de tiendas de souvenirs y pasamos delante también de un Wallgreens y de lo que llamaban el Hawaiian Marketplace, unas especie de plaza con galería comercial con muchos tenderetes de baratijas (hombre, Las Vegas es la ciudad del dinero, y hay que ponerle medios a la gente pa que lo gaste, ¿no?), un karaoke y varios restaurantes, un Walgreens y el restaurante Harley-Davidson, de cuya fachada surge la parte delante de una enorme motocicleta luminosa.

De camino a otro casino entramos en la siguiente manzana, que estaba formada por una galería comercial llamada Dessert Pasage en obras, con inspiración de zoco árabe, que desembocaba en el Aladdin Hotel Casino. Por fuera era bastante bonito, así con inspiración “mil y una noches” cartonpiédrica, pero por dentro no tardamos ni diez minutos en entrar y salir… ¡Qué cochambre de casino! El interior tenía el mismo aspecto lúgubre y dilapidado que las salas de juego y los bingos españoles: el decorado se caía a pedazos y los pocos jugadores que había, tenían pinta de ludópatas borrachos.

Luego, si lo piensas, todo se explica, porque poco después de que nosotros estuviéramos allí, la dirección del hotel cambió y le hicieron un lavado de cara integral, dejándolo como nuevo y cambiándole también el nombre: ahora es el Planet Hollywood Casino. Supongo que esa es una de las claves de la existencia de Las Vegas: todo lo viejo o lo que deja de ser moderno, brillante y luminoso tiene fecha de caducidad en forma de implosión gigantesca. En el caso de otro tipo de construcciones o, simplemente, de otros hoteles normales y corrientes, estaría totalmente en contra de esta filosofía, pero reconozco que parte del éxito de ese engendro que es Las Vegas es que no se le permite ni un ápice de antigüedad, por lo que no hay pie a que la verdadera sordidez de las salas de juego inunde el ambiente...

Otra cosa que es graciosa con respecto a esto es que los yanquis consideran un valor añadido al hecho de que, cuando un casino se queda obsoleto, se pueda montar un jolgorio en torno a su implosión. Se reúnen a una distancia prudencial del susodicho edificio, con palomitas y bebidas y jalean como micos del zoo cuando el edificio en cuestión desaparece entre una nube de polvo. En el caso del Aladdin ha sido una operación de maquillaje más superficial: simplemente le han cambiado el rótulo y supongo que habrán reformado el edificio por dentro. Aquí os pongo un enlace de cuando lo tiraron en 1998 para volver a reconstruirlo... Parece que este no es un casino que dure demasiado...

En fin, nosotros a lo nuestro, salimos de allí para continuar con nuestro paseo Strip arriba.

(Fotos: 1) Foto de cosecha propia del Aladdin, 2) Trocito del mapa del que hablo en este post, 3) Luminosos de Coca-cola y M&M's, 4) Fachada del restaurante Harley-Davidson, 5) Interior del casino Aladdin, 6) Desert Pasage, 7) El nuevo hotel Planet Hollywood).

1 comentario:

Tomás Hernández dijo...

Que curioso lo que comentas de la renovación contínua. He leido la historia del Aladdin y cada 3 años se gastaban una millonada en renovarlo.